Gabriel Fernández Arenas, más conocido como Gabi, nació el 10 de julio de 1983 y desde muy pequeño supo que su vida estaría ligada al Atlético de Madrid. Ingresó en las categorías inferiores del club madrileño siendo un niño y, tras años de formación, debutó en la élite en la temporada 2004/2005 gracias a una cesión al Getafe, donde disputó 32 partidos en Primera División.
Su carrera continuó con un regreso al Atlético, aunque sin lograr consolidarse plenamente. En 2007 fue traspasado al Real Zaragoza, un cambio que marcó un punto de inflexión en su trayectoria. En el club aragonés no solo se convirtió en pieza clave, sino que además asumió el rol de capitán y destacó como un especialista desde el punto de penalti.
Tras cuatro temporadas en Zaragoza, Gabi volvió a casa. El Atlético pagó tres millones de euros para repescarlo en 2011, iniciando así una de las etapas más memorables de su historia. Con el número 14 a la espalda y un liderazgo incuestionable, se ganó un puesto indiscutible en el once titular y fue nombrado capitán. Su influencia en el vestuario y en el campo fue tan grande que el propio Diego Pablo Simeone lo definió como su “prolongación sobre el césped”.
La relación entre el ‘Cholo’ y Gabi fue mucho más que profesional: compartían una visión del fútbol basada en el esfuerzo, la entrega y el compromiso con el escudo. Bajo el mando del técnico argentino, Gabi se consolidó como el líder de un equipo que resurgió para volver a pelear entre los grandes de Europa.
Durante sus siete temporadas con los colchoneros, Gabi alcanzó la categoría de leyenda. Jugó 352 partidos oficiales y levantó seis títulos, incluyendo la histórica Liga 2013/2014, conquistada en el Camp Nou ante el FC Barcelona. También ganó la Supercopa de España ese mismo verano, la Copa del Rey en 2013, dos Europa League y una Supercopa de Europa.
Sin embargo, la Champions League se le resistió. Alcanzó dos finales, ambas frente al Real Madrid, y aunque la gloria continental no llegó, siempre se mostró orgulloso de haber llegado tan lejos con el equipo de su vida.
A nivel de selecciones, su carrera dejó una espina clavada: nunca llegó a debutar con la selección absoluta de España. Aun así, defendió los colores nacionales en las categorías inferiores.
En 2018, Gabi decidió cerrar su etapa como rojiblanco y emprendió una última experiencia profesional en el Al-Sadd de Catar. Allí, antes de colgar las botas en 2020, sumó tres nuevos trofeos a su palmarés: la liga 2018/2019, la Copa del Sheikh Jassim y la Copa de Catar.
Ya retirado del fútbol profesional, Gabi optó por seguir los pasos de su mentor Simeone y dio el salto a los banquillos. Inició su carrera como entrenador en las categorías inferiores del Atlético de Madrid, igual que otros exjugadores como Fernando Torres, con la vista puesta en algún día dirigir al primer equipo.
Eso sí, si hay algo que tiene claro es su fidelidad al Atlético. En una de sus declaraciones más contundentes, aseguró: “Nunca entrenaría al Real Madrid, uno elige a su equipo y yo escogí el Atlético”.
Gabi Fernández no solo fue un gran futbolista, sino también un símbolo de una época dorada para el Atlético de Madrid. Un líder dentro y fuera del campo, cuya huella aún perdura en el corazón de los aficionados rojiblancos.
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