La selección española vivió una noche para el olvido en La Romareda tras perder 1-2 ante Suiza, un resultado que complica seriamente sus aspiraciones de alcanzar la fase final de la UEFA Nations League. El equipo dirigido por Luis Enrique llegaba a Zaragoza con la intención de consolidar su liderato en el grupo, pero se topó con una selección suiza muy bien plantada que ya venía de vencer a Portugal en la jornada anterior.
Con esta derrota, España cede el primer puesto del grupo a Portugal, que ahora suma 10 puntos tras golear 0-4 a la República Checa. Los españoles, con 8 puntos, deberán jugarse el todo por el todo en la última jornada frente a los lusos en Braga si quieren estar en la Final Four.
El partido arrancó cuesta arriba para la Roja, especialmente durante la primera parte. El combinado suizo saltó al campo con intensidad, presionando alto y dificultando la salida de balón española. Durante los primeros minutos, el dominio del juego pertenecía por completo a los visitantes. Aunque España intentó reaccionar poco a poco, fue Suiza quien golpeó primero. En el minuto 20, Akanji aprovechó un saque de esquina para adelantarse de cabeza, imponiéndose en el salto y colocando el balón lejos del alcance de Unai Simón.
España mostró muchas debilidades en el juego aéreo, un aspecto que Suiza supo explotar durante todo el encuentro. Jugadores como Azpilicueta, Jordi Alba o Eric García sufrieron frente a los imponentes atacantes suizos. Además, los centrocampistas Gavi, Pedri y Busquets pasaron prácticamente desapercibidos durante la primera mitad.
A pesar de que la Roja intentó recuperar el control del balón, se encontró con una Suiza muy organizada defensivamente, cómoda en un bloque bajo y cerrando todos los espacios. Solo hubo una jugada de peligro antes del descanso, cuando Shaqiri protagonizó una internada por la banda derecha que acabó con un disparo desviado por una buena intervención de Unai Simón.
El descanso pareció despertar a España. Tras las indicaciones de Luis Enrique, el equipo salió con más determinación y logró empatar el partido en el minuto 55. Marco Asensio lideró una brillante jugada desde el centro del campo y asistió a Jordi Alba, que apareció por la banda izquierda para colocar el balón en la escuadra con un potente disparo. Fue un gol que devolvía la esperanza a la afición y que reivindicaba a dos jugadores que venían siendo cuestionados.
Sin embargo, la alegría duró poco. Apenas tres minutos después, en el 58, Suiza volvió a ponerse por delante en el marcador. En otro saque de esquina, Akanji prolongó el balón en el primer palo y, tras un rebote en el área pequeña, Eric García acabó introduciendo el esférico en su propia portería ante la presión de Embolo. Fue un jarro de agua fría para España, que ya no logró rehacerse del golpe.
En los minutos finales, la Selección intentó empujar con más corazón que ideas, pero apenas generó ocasiones claras. Carlos Soler tuvo una oportunidad en el descuento, pero Sommer respondió con una parada espectacular que evitó el empate.
Con esta derrota, España queda en una situación delicada y necesitará ganar a Portugal en la última jornada si quiere tener opciones de luchar por el título. El margen de error ya no existe y todo se decidirá en tierras portuguesas.